Aparte de estos indicadores educativos, la alta tasa de criminalidad refleja que hay un porcentaje de personas que no están siendo asimiladas por el mercado laboral, que abandonaron su formación y eligieron otra vía para subsistir.
Partiendo del entendimiento de nuestra cultura y contexto, además de ver con empatía la labor y la vida del maestro, y otras características demográficas, vamos a ver cómo apoyar el mejoramiento de las condiciones y los resultados de su labor. La mayoría de los maestros son mujeres, madres que se levantan a preparar el desayuno de sus hijos, llegan a sus hogares después de trabajar a cocinarles a sus familias y no hay tiempo fuera del ambiente escolar dónde preparar lecciones, pues quién sabe si tienen agua y luz. ¡Esta es nuestra realidad!
Reconociendo estos hechos, pensamos que los maestros deben incidir en las áreas a mejorar y recibir desarrollo profesional relacionado a la data de sus estudiantes. Son estos que, además del liderazgo del Ministerio, deben estudiar los resultados de evaluaciones comparativas, y decidir cuáles son las debilidades donde obtener apoyo profesional. Este primer paso les da voz y participación en los resultados que buscamos todos a parte de empoderarlos a participar en sus continuas mejoras.
Por otra parte, grupos de maestros de un grado o una materia determinada pueden identificar objetivos a alcanzar en el año escolar y determinar cómo alcanzarlos, ya sea haciendo observaciones de otros maestros en otras escuelas donde hay mejores prácticas o identificando recursos disponibles para mejorar. La escuela también elige un enfoque anual para que todos los maestros se enfoquen en este. Estos procesos denotan desarrollo profesional a todos los niveles, como debe ser.
Por último, es esencial crear estructuras en las escuelas, dentro del horario escolar, donde los maestros puedan colaborar. O sea que haya un tiempo protegido para la colaboración semanal al inicio o al fin del día, de por lo menos un día a la semana. En esta hora, los maestros colaboran en el desarrollo de lecciones y evaluaciones, y estudian los resultados de estos para darle seguimiento en el aula. Esta colaboración es imprescindible para dar credibilidad a los maestros de que saben reflexionar sobre su labor y que pueden y saben cómo mejorar.
Partiendo del entendimiento de nuestra cultura y contexto, además de ver con empatía la labor y la vida del maestro, y otras características demográficas, vamos a ver cómo apoyar el mejoramiento de las condiciones y los resultados de su labor. La mayoría de los maestros son mujeres, madres que se levantan a preparar el desayuno de sus hijos, llegan a sus hogares después de trabajar a cocinarles a sus familias y no hay tiempo fuera del ambiente escolar dónde preparar lecciones, pues quién sabe si tienen agua y luz. ¡Esta es nuestra realidad!
Reconociendo estos hechos, pensamos que los maestros deben incidir en las áreas a mejorar y recibir desarrollo profesional relacionado a la data de sus estudiantes. Son estos que, además del liderazgo del Ministerio, deben estudiar los resultados de evaluaciones comparativas, y decidir cuáles son las debilidades donde obtener apoyo profesional. Este primer paso les da voz y participación en los resultados que buscamos todos a parte de empoderarlos a participar en sus continuas mejoras.
Por otra parte, grupos de maestros de un grado o una materia determinada pueden identificar objetivos a alcanzar en el año escolar y determinar cómo alcanzarlos, ya sea haciendo observaciones de otros maestros en otras escuelas donde hay mejores prácticas o identificando recursos disponibles para mejorar. La escuela también elige un enfoque anual para que todos los maestros se enfoquen en este. Estos procesos denotan desarrollo profesional a todos los niveles, como debe ser.
Por último, es esencial crear estructuras en las escuelas, dentro del horario escolar, donde los maestros puedan colaborar. O sea que haya un tiempo protegido para la colaboración semanal al inicio o al fin del día, de por lo menos un día a la semana. En esta hora, los maestros colaboran en el desarrollo de lecciones y evaluaciones, y estudian los resultados de estos para darle seguimiento en el aula. Esta colaboración es imprescindible para dar credibilidad a los maestros de que saben reflexionar sobre su labor y que pueden y saben cómo mejorar.
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